El binomio formado por la palabra Amazonas y la expresión “pulmón del planeta” es casi inseparable y prácticamente un dogma impuesto desde que somos pequeños. A pesar de todo esto, la relación es bastante errónea y la cantidad de oxígeno liberada por la selva amazónica en este momento es prácticamente nula.

Más que un pulmón, el Amazonas es un depósito de carbono

Cuando hablamos del Amazonas debemos tener en cuenta que hablamos de una selva madura, donde la mayor parte de las plantas y árboles ya han dejado de crecer. Esto nos deja que la cantidad de oxígeno neta liberada y la cantidad de CO2 absorbida por la selva sea cercana a 0, pues el efecto de la fotosíntesis estaría totalmente contrarrestado por la putrefacción y la respiración de las propias plantas.

Hasta llegar a ser una selva madura las plantas que la componen tuvieron que crecer durante muchos años, momento durante el cual fijaron gran cantidad de carbono de la atmósfera y lo transformaron para crear sus estructuras. Por este motivo, la selva amazónica actual es un gran depósito de carbono que se ha ido acumulando durante muchos años y que se termina liberando a la atmósfera cada vez que se reduce la superficie de la selva. La magnitud de la cantidad de carbono almacenada en el Amazonas es tan grande que podría alterar completamente la atmósfera terrestre en caso de liberarse de golpe.

Una planta tiene un balance positivo de oxígeno mientras crece

Simplificando todo un poco, cuando las plantas realizan la fotosíntesis absorben agua y CO2 para transformarlos en estructuras más complejas y oxígeno molecular que es liberado a la atmósfera. Estas estructuras complejas tienen dos funciones principales, por un lado almacenar energía y por otro lado formar parte de la propia estructura de la planta, esto es, crecer.

fotosintesis amazonas
Simplificación del proceso de fotosíntesis en una planta

En el momento en que la planta hace uso de ese almacén de energía, parte de ese oxígeno liberado a la atmósfera es absorbido y utilizado por la misma planta. Prácticamente, la cantidad corresponde a la liberada durante la parte de la fotosíntesis destinada a almacenar energía, por lo que el balance neto es próximo a 0. Esto es lo que sucede en una planta madura, donde la función principal de la fotosíntesis es la de almacenar energía.

Sin embargo y como habíamos visto, una parte de la fotosíntesis está destinada al crecimiento de la planta y la formación de nuevas estructuras. En este proceso sí que se produce una liberación de oxígeno neta a la atmósfera y que continuará durante el crecimiento de la planta. De una forma simple, para crecer la planta fija CO2 y libera oxígeno. De este modo, aumentar la superficie arbórea produce una liberación de oxígeno durante el desarrollo y hasta que su estabilización, momento en el cual el balance de oxígeno será nulo.

Cuando una planta muere, todo vuelve a empezar

En el momento en que una planta se muere todo el proceso anterior se revierte lentamente, pues mediante la putrefacción el CO2 vuelve a ser liberado a la atmósfera y el oxígeno utilizado. Este oxígeno es consumido por las bacterias que se encargan del proceso de putrefacción y que a su vez liberan CO2 a la atmósfera. En el caso de que se produzca un incendio  el resultado es el mismo, pues durante la combustión se consume oxígeno y se libera CO2.

La parte negativa de todo esto viene cuando una superficie arbórea se reduce y las plantas que mueren no son sustituidas por otras, tal y como sucede en una sistema maduro. El avance de la deforestación y los incendios suponen un gran problema por este motivo principalmente.

compost amazonas suelo bosque
Ejemplo de compost en proceso de putrefacción en el suelo de un bosque

Entonces, ¿de dónde viene el oxígeno?

Como hemos visto, durante el crecimiento las plantas liberan oxígeno a la atmósfera y si tomamos como ejemplo una selva de la dimensión del Amazonas tenemos que hasta su maduración la cantidad fue muy grande, pero en un primer momento esto no era así. Es necesario retroceder mucho tiempo atrás para llegar al momento en el que las cianobacterias comenzaron a realizar la fotosíntesis y a enriquecer la atmósfera de oxígeno. Por lo que gran parte del oxígeno tuvo su origen de ese modo e incluso en la actualidad un gran porcentaje proviene del fitoplancton.

cianobacteria amazonas

Todo esto no resta importancia a la labor de todas y cada una de las plantas alrededor del mundo, pues cuanto mayor fuera la cantidad de estas, más oxígeno sería liberado y más CO2 sería fijado. En el caso particular del Amazonas, su importancia va más allá de todo esto a pesar de tratarse de una selva madura. Por ejemplo, tiene efectos directos sobre la regulación del clima o constituye una de las mayores reservas de biodiversidad del mundo, tanto animal como vegetal. Por ello y aunque no sea el pulmón de la Tierra, es fundamental para cada uno de nosotros.

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