Al cabo de un tiempo teniendo un portátil éste se sobrecalienta y si no se soluciona ese problema, puede derivar a otros mucho mayores. El primer síntoma de este problema es, obviamente, que el ordenador produce mayor calor que el habitual, aunque otros síntomas pueden ser la lentitud e incluso, que la pantalla quede en negro (aunque este problema también puede estar relacionado con la tarjeta gráfica). Para solucionar este problema siempre podemos llevar nuestro ordenador a una tienda de reparaciones para que le cambien la pasta térmica, pero aquí voy a explicar cómo cambiarla en casa.

¿Cómo saber cuándo hay que cambiar la pasta térmica?

Aparte del sobrecalentamiento, al desmontar el ordenador se puede observar cuándo necesita un cambio de pasta térmica, ya que a veces podemos no darnos cuenta del cambio de temperatura.

La pasta térmica suele tener una textura líquida bastante espesa. La mejor forma para saber si necesita este cambio es desmontar el ordenador (como explicaré más adelante) y al llegar a la pasta térmica observar si ésta está dura. Como he dicho anteriormente, debe tener una textura espesa, pero nunca completamente sólida, ya que de esta forma no podrá realizar completamente su función.

El tiempo que dura la pasta térmica depende tanto de la calidad de ésta como del uso del ordenador. Por lo general, yo recomendaría cambiarla más o menos una vez al año si le damos un uso habitual.

Preparación

Lo primero que debemos hacer para solucionar este problema es disponer de una buena pasta térmica. La elección de ésta es indispensable, ya que según su calidad puede durar más o menos tiempo y puede generar una mayor refrigeración. Las mejores pastas térmicas suelen ser las que contienen plata, cobre u oro, ya que éstos son los componentes que tienen mayores propiedades conductivas.

La pasta térmica es un elemento que sirve como intermediario entre el procesador y el disipador. Si la pasta térmica se encuentra en buen estado crea una buena conductividad térmica. Esto hace que el ordenador esté bien refrigerado y no tenga problemas de sobrecalentamiento.

Debemos disponer de herramientas para la apertura de un ordenador portátil: unos destornilladores, un cepillo (para poder limpiar y aprovechar el desmontaje), una espátula y una púa para ayudarnos a quitar algunos flex y componentes. También usaremos un trapo o papel higiénico para poder limpiar la pasta térmica que queremos quitar.

Una vez que tenemos estas herramientas, podemos proceder al desmontaje del ordenador.

Espátula y púa
Espátula y púa

Cambio de pasta térmica

Cerramos la pantalla del portátil y le damos la vuelta. Antes de proceder a quitar tornillos, deberemos quitar la batería del portátil. Al ver la parte trasera del portátil puede haber una tapa o solo la parte trasera completa. Si tiene tapa, procederemos a quitar los tornillos de ésta y posteriormente los de la parte trasera completa. En el caso de que no tenga una tapa más pequeña, procederemos directamente a quitar los tornillos de la parte trasera.

Disco duro y tarjetas
Tapa trasera abierta

Una vez que tenemos esta tapa abierta, suelen encontrarse allí el disco duro, la tarjeta Wifi y la memoria RAM. Según el modelo, desde aquí podremos quitar el disco duro o no. Si no nos deja quitarlo o hay algún cable, entonces no hay que forzarlo y lo dejaremos para quitarlo por la parte delantera del portátil. En este paso, debemos quitar la memoria RAM y la tarjeta Wifi.

tarjeta wifi portatil
Tarjeta Wifi

Como podemos ver en la imagen, la tarjeta Wifi suele llevar uno o dos tornillos y dos cables (normalmente uno blanco y otro negro). Antes de quitarla debemos prestar atención a la posición de cada cable para posteriormente poner cada uno en su sitio. También debemos tener especial cuidado con éstos, ya que el enganche que llevan a la tarjeta es muy frágil. Recomiendo quitarlos con la espátula de plástico y con mucho cuidado.

Debemos asegurarnos de quitar todos los tornillos de la parte trasera antes de proceder a quitar el teclado, así como los que pueda haber en la zona del disco duro y las tarjetas y que estén en la placa base.

Cuando terminamos de desmontar la parte trasera le damos la vuelta al portátil y abrimos por el teclado

Una vez realizado esto, le damos la vuelta al ordenador y procedemos a abrir por el teclado.Cuando veamos la apertura, con ayuda de la púa, vamos a abrir con cuidado. Al terminar de abrir la parte del teclado hay que tener cuidado de no tirar muy fuerte de él ya que suele llevar dos flex: uno para el teclado y otro para el touchpad.

Flex touchpad
Flex del touchpad (rojo) y del teclado (azul)

Una vez que tenemos quitados estos flex de la placa, podemos separar el teclado y dejarlo a un lado. Cada flex se quita de una forma. En este caso, el del touchpad se quita moviendo hacia arriba la pestañita negra que se puede ver en la imagen y tirando sin mucha fuerza del flex. El flex del teclado se quita moviendo las pestañitas blancas (las dos a la vez) hacia adelante. Una vez quitados estos flex que van al teclado, podemos quitar el teclado y dejarlo en un lado.

Ahora procedemos a quitar la placa base, ya que en este caso, el disipador está en la parte trasera de la placa base a la que no hemos podido acceder desde la tapa trasera.

placa parte delantera
Parte delantera de la placa

ventilador portatil

La placa base lleva algunos tornillos. Ahora recomendaría dibujarnos en un folio un esquema y al quitar cada tornillo de la placa base ponerlo encima de ese esquema, ya que algunas placas no llevan todos los tornillos en los huecos y otras tienen tornillos de diferente tamaño para cada hueco y si nos equivocamos podríamos dañarla.

Es recomendable que dibujemos un esquema de los tornillos de la placa base para no equivocarnos al ponerlos de nuevo

Procedemos a quitar los tornillos de la placa base, los flex necesarios para poder levantar la placa base (al levantarla tener cuidado y no tirar mucho, ya que por la parte trasera también puede llevar flex). Como el ventilador y el disipador van juntos, y éstos a su vez, van a la placa base, no es necesario quitar la conexión del ventilador con la placa base, pero sí es necesario para poder quitar la placa base, quitar los tornillos que enganchen el ventilador con otras partes del ordenador.

Una vez quitada la placa base junto con el ventilador, podremos darle la vuelta y veremos el disipador (suele ser de color cobre, o como en este caso, de color cobre y negro).

placa parte trasera
Parte trasera de la placa

Disipador

Una vez estamos en la parte trasera de la placa, deberemos quitar los tornillos que unen el disipador con la placa. Para poder quitar el disipador, o bien podemos quitarlo del ventilador (según el modelo de portátil en algunos se puede hacer y en otros no) o ahora sí, quitar los tornillos del ventilador a la placa base y la conexión del ventilador con la placa base. Ahora podemos ver los cuadraditos que antes estaban tapados por el disipador, en uno de estos cuadraditos habrá pasta térmica.

Al llegar a la pasta térmica, si notamos que está seca es que hay que reemplazarla

Como he mencionado al principio, la pasta térmica puede estar o espesa o seca, si está seca quiere decir que debemos reemplazarla, la quitamos con el trapo o el papel higiénico tanto de la placa como del disipador y lo dejamos todo limpio. En este paso podemos aprovechar para limpiar con un cepillo el ventilador, ya que se suele acumular polvo y suciedad.

Aplicar la pasta térmica nueva en la parte de la placa donde se encontraba la otra, nunca se debe poner en el disipador. La cantidad suele ser menor que la de un guisante, y no es necesario esparcirla, ya que al poner encima el disipador y los tornillos se esparcirá sola. Si nos pasamos de cantidad, al poner el disipador veremos como se sale por los lados la pasta térmica, en caso de que esto suceda deberemos limpiar todo y volver a ponerla, aunque ésto siempre debe evitarse.

Debemos poner poca cantidad de pasta térmica, ya que si nos pasamos de cantidad se saldrá por los lados al poner encima el disipador

Volvemos a poner el disipador y colocar sus tornillos, atornillar el ventilador a la placa y poner su conexión. Una vez realizado esto, podemos proceder a cerrar de nuevo el ordenador, igual que lo hemos abierto pero en orden inverso. Primero colocamos la placa base donde estaba (debemos acordarnos de las conexiones que tenía por debajo y conectarlas antes de ponerla), la atornillamos exactamente donde estaban los tornillos antes, le colocamos todos los flex, y ahora podemos ponerle el teclado. Conectamos los dos flex del teclado y lo cerramos firmemente (no os preocupéis si queda un poco suelto, al atornillar la parte trasera deberá cerrarse por completo).

Ahora le damos la vuelta al ordenador para ver la parte trasera, le colocamos el disco duro, la RAM y la tarjeta Wifi con sus cables tal y como estaban. Cerramos la tapa pequeña y la atornillamos. Ahora ya podemos poner todos los tornillos de la parte trasera y quedará de nuevo nuestro portátil cerrado.

Ya hemos cambiado la pasta térmica y limpiado nuestro portátil.

 

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