Se prueba en nueve hospitales de Francia el nuevo páncreas artificial, que es un dispositivo que inyecta en tiempo real la dosis adecuada de insulina calculada gracias a un teléfono móvil y por retroalimentación directa. Este dispositivo se llama Diabeloop.
¿Por qué un páncreas artificial?
Porque en la diabetes es una enfermedad crónica que hace que páncreas no produzca insulina suficiente o no la puede usar el cuerpo. En consecuencia, hay una falta de regulación de azúcar en sangre, aumentando la misma y este exceso daña los órganos y sistemas del cuerpo.
Los estudios calculan que en 2014 la prevalencia de diabetes fue del 9% a nivel mundial en adultos. Y se calcula que fallecieron 1,5 millones de personas como consecuencia directa de la misma. Según las proyecciones de la OMS, la diabetes será la 7ª causa de mortalidad en 2030.
Ciertas personas con diabetes tienen que estar constantemente ocupadas, midiendo su nivel de glucosa en sangre y controlando la cantidad de insulina que se administran en función de determinados parámetros: de que comen, del ejercicio, de cuando comen de su estrés lo que repercute de forma negativa en su calidad de vida.
Con el nuevo páncreas artificial se soluciona este problema. El sistema Diabeloop asocia tres aparatos unidos por bluetooth: una bomba de insulina, un sensor de glicemia y un teléfono Android con una aplicación específica.
El teléfono además puede trasmitir de forma continua los datos del paciente a un centro de telemedicina. Con este sistema, para los diabéticos de tipo 1 (insulinodependientes) ya no tendrán que calcular la dosis de insulina en función de su valoración, sino que se hará de forma automática. Y también así se evitará tanto la híper como la hipoglucemias.
El programa, según palabras de Sylvain Rousson, que es uno de los ingenieros que lo desarrollo: “calcula de forma permanente y anticipada el índice de sangre que el paciente tendrá dentro de dos horas para determinar que dosis de insulina necesita de inmediato “. Además, el programa es capaz de aportar mejoras en sus funciones, afinando sus cálculos y ajustándose a todos y cada uno de los pacientes. El programa se basa en un “hipercomplejo de 13 ecuaciones con 13 incógnitas”.
Para realizar el estudio se pidió a los pacientes que entraban en estudio que deglutieran comidas copiosas y en cambio a otros que aumentaran actividad física o la disminuyeran y así abarcar más casos, obteniendo resultados espectaculares en casi la totalidad de los pacientes. Y no solo porque este dispositivo gestiona parte de su enfermedad sino porque también se eliminan componentes de ansiedad en el paciente, particularmente por la noche, que se teme encontrar mal por fluctuaciones de azúcar.
El proyecto comenzó a desarrollarse en Francia desde 2011 y el primer prototipo superó con éxito todos los estudios clínicos realizados en 35 personas en 2014. Actualmente se siguen llevando a cabo numerosos ensayos y tests y, si los resultados son los esperados, Diabeloop empezará a comercializarse en Europa a finales de 2017.
Fuente || Diabeloop